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Disney, una de las compañías de entretenimiento más grandes del mundo, está atravesando un verdadero culebrón corporativo mientras busca a su próximo CEO. Ayer, la empresa nombró a James Gorman, ex-CEO de Morgan Stanley, como su cuarto presidente de la junta directiva en tres años. Este cambio es parte de un esfuerzo renovado por encontrar un sucesor definitivo para el actual CEO, Bob Iger, con la meta de anunciar al nuevo líder en enero de 2026.
Para entender el contexto, es necesario retroceder algunos años. Disney ha estado en una montaña rusa corporativa desde antes de la pandemia. Bob Iger, quien había sido el rostro de la compañía desde 2005, planeaba retirarse en 2020. Sin embargo, el proceso de sucesión se convirtió en un desafío complicado.
Iger, reconocido por liderar adquisiciones clave como Marvel, Pixar y 21st Century Fox, había extendido su contrato varias veces antes de finalmente dejar el cargo en 2020. Bob Chapek, ex-jefe de la división de parques, fue designado como su sucesor. Sin embargo, el mandato de Chapek fue fugaz y polémico. La junta nunca entrevistó formalmente a otros candidatos, y después de una serie de controversias, incluida la gestión de la pandemia y conflictos con el personal creativo de Disney, fue despedido en 2022.
En una movida inesperada, Bob Iger regresó al mando, algo que inicialmente se pensaba sería temporal. Sin embargo, Disney renovó nuevamente su contrato, generando incertidumbre sobre el futuro de la compañía y quién sería capaz de llenar sus grandes zapatos.
Ahora, Disney ha anunciado que planea elegir un nuevo CEO en enero de 2026, un año antes de que asuma formalmente el cargo. Este enfoque con tiempo parece ser un intento de evitar los errores del pasado y asegurar una transición sin problemas.
James Gorman, quien ya lideraba el comité de sucesión, toma el relevo como presidente de la junta, reemplazando a Mark Parker, ex-CEO de Nike. Parker fue criticado a principios de este año por Nelson Peltz, un inversor activista, debido a los retrasos en reemplazar a Iger. Sin embargo, Peltz retiró sus quejas después de que los accionistas se alinearan con la junta sobre el retorno de Iger.
Con la fecha de sucesión cada vez más cerca, hay cuatro principales candidatos internos que podrían ocupar el lugar de Iger:
El camino de Disney para encontrar un sucesor permanente para Bob Iger ha sido largo y lleno de altibajos. La empresa ha enfrentado desafíos tanto internos como externos, desde luchas con inversores activistas hasta cambios abruptos en la alta dirección. A medida que se acerca 2026, la competencia interna entre los principales ejecutivos promete mantener el suspenso en los próximos años.
Como en cualquier buena historia de Disney, este capítulo todavía está en desarrollo, y el final aún está por escribirse.
¿Quién será el próximo en tomar el mando de este gigante del entretenimiento?
Queda por ver, pero una cosa es segura: todos los ojos están puestos en Disney.