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Casa Tarradellas, una de las marcas más icónicas de embutidos y productos alimentarios en España, ha cerrado un 2023 extraordinario. La empresa ha registrado un beneficio de 34,3 millones de euros, lo que supone un incremento impresionante del 152% respecto al año anterior. Pero no todo ha sido color de rosa para la firma catalana, que ha enfrentado tanto éxito financiero como controversias externas en los últimos meses.
En términos de crecimiento, Casa Tarradellas ha visto resultados excepcionales. Aparte de los 34,3 millones de euros en beneficios, la empresa informó una facturación de 1.378 millones de euros, un 18% más que en 2022. Este fuerte desempeño no solo se refleja en sus cifras de ventas, sino también en el empleo: la compañía incrementó su plantilla en un 10%, alcanzando los 2.948 empleados, de los cuales un 90% reside en la comarca de Osona, Cataluña.
La empresa ha señalado que gran parte de estos beneficios se reinvertirán para impulsar el crecimiento y la innovación, asegurando que Casa Tarradellas siga siendo competitiva en el mercado alimentario español y europeo.
Sin embargo, no todo ha sido calma en la sede de Casa Tarradellas. A finales de 2023, la marca fue blanco de críticas por parte de sectores del nacionalismo catalán, que criticaban su decisión de etiquetar productos en castellano, una cuestión que desató una campaña intensa contra la empresa y otras marcas catalanas como Coca-Cola y Espinaler. Aunque Casa Tarradellas sigue siendo una de las marcas más fuertes en el sector alimentario, estas críticas han generado un debate sobre el papel del idioma en el marketing de productos dentro de Cataluña.
Como si la polémica por el etiquetado no fuera suficiente, Casa Tarradellas ha estado recientemente en el centro de otra controversia, esta vez relacionada con la publicidad encubierta. La conocida influencer Dulceida ha sido acusada de utilizar a su hija recién nacida para hacer publicidad no declarada de la marca. Aunque esta práctica ya está regulada, en 2018 la marca utilizó de manera similar a varios influencers durante la temporada de vacaciones de verano para promocionar su espetec en Instagram, una campaña que generó atención por su sutileza.
Más de una decena de influencers publicaron imágenes disfrutando de picnics familiares, donde de manera destacada aparecían productos de Casa Tarradellas. Este tipo de marketing ha sido efectivo, especialmente entre un público joven y conectado a las redes sociales, pero también ha provocado cuestionamientos éticos sobre la transparencia en la publicidad digital.
A pesar de las controversias, Casa Tarradellas sigue avanzando con fuerza. La compañía no solo ha logrado solidificar su posición en el mercado, sino que continúa adaptándose a las demandas de los consumidores y a un entorno económico en constante cambio. La apuesta por la reinversión en innovación y el crecimiento de su plantilla indican que la empresa tiene la vista puesta en un futuro aún más próspero.
Queda por ver cómo Casa Tarradellas enfrentará las críticas relacionadas con el etiquetado y las estrategias de marketing, pero lo que es seguro es que, financieramente, 2023 ha sido un año récord para la empresa catalana.